Ayer vi el centro y hoy toca la periferia. Jaipur está rodeada de montañas, y hay muchas fortalezas y Palacios sobre ellas, con interminables muros.
En el desayuno el dueño del hotel me pide que haga una fotos de la terraza donde se desayuna para su web. La verdad es que el hotel está bastante bien, de lo mejor junto al de Kathmandu y Varanasi. Tras este paréntesis busco un taxi que me lleve a todos los sitios que tengo que ver y espere mientras. Estos taxis de los que siempre hablo son los "autorickshaw" o "tuctuc". Después están los "ciclorickshaw", que son con tracción humana (las bicis). Consigo un buen precio y no consigo bajar más por que dice que todo esta muy lejos y en lo alto de las montañas y hasta mucha gasolina. La sorpresa viene en el primer destino, Nahargah, un palacio en lo alto de una montaña al cual hay que subir por una rampa sinuosa de 2km.
Se supone que el precio de taxi incluía subir, pero me parece que me ha engañado... Lo más interesante es el recinto amurallado, las vistas y los grabados del palacio, el palacio en si no dice mucho. Otra cosa buena es que la cuenta disuade a los turistas y se ve prácticamente solo.
Subir hasta aquí me ha dejado agotado, pero hay q seguir. Tres horas más tarde me está esperando mi querido taxista en donde me dijo u vamos a ver un palacio que está cerca, todo de mármol pero lo mismo de siempre.
El último destino es Amber Palace, que parece ser lo que más promete. Otra vez toca una cuesta, aunque más moderada. Aquí si que hay mucha más gente. El palacio tampoco tiene mucho, con muchas habitaciones pero donde sólo se ven las cuatro paredes. Lo único interesante es un sitio decorado con muchos espejos y poco más.
Por el camino me encuentro con un indio que me regala muy amablemente un muñeco típico de aquí. Todo parece muy bonito hasta que me pide que le regale mía gafas de sol. Parece que se las saben todas ... El muñeco se lo devolví.
Otra vez cojo mi taxi, y por el camino paro a ver un palacio en mitad de un lago.
Ahora, como es la constante, me quiere llevar a las tiendas que le dan comisión, pero hoy no me apetece mucho, así que voy al centro a comer algo, que ya son la 17 y hay hambre.
Después de esto no hay mucho más que hacer, me vengo al hotel ha hacer algunas cosillas que en un rato es el tren a Jaisalmer, que me han dicho que está muy bien. La verdad que Jaipur me ha parecido aburrido, con muchas ruinas pero muy monótono, y aunque ya me esperaba poco de esta ciudad, la metí en el itinerario porque pillaba un poco de camino.
En el desayuno el dueño del hotel me pide que haga una fotos de la terraza donde se desayuna para su web. La verdad es que el hotel está bastante bien, de lo mejor junto al de Kathmandu y Varanasi. Tras este paréntesis busco un taxi que me lleve a todos los sitios que tengo que ver y espere mientras. Estos taxis de los que siempre hablo son los "autorickshaw" o "tuctuc". Después están los "ciclorickshaw", que son con tracción humana (las bicis). Consigo un buen precio y no consigo bajar más por que dice que todo esta muy lejos y en lo alto de las montañas y hasta mucha gasolina. La sorpresa viene en el primer destino, Nahargah, un palacio en lo alto de una montaña al cual hay que subir por una rampa sinuosa de 2km.
Se supone que el precio de taxi incluía subir, pero me parece que me ha engañado... Lo más interesante es el recinto amurallado, las vistas y los grabados del palacio, el palacio en si no dice mucho. Otra cosa buena es que la cuenta disuade a los turistas y se ve prácticamente solo.
Subir hasta aquí me ha dejado agotado, pero hay q seguir. Tres horas más tarde me está esperando mi querido taxista en donde me dijo u vamos a ver un palacio que está cerca, todo de mármol pero lo mismo de siempre.
El último destino es Amber Palace, que parece ser lo que más promete. Otra vez toca una cuesta, aunque más moderada. Aquí si que hay mucha más gente. El palacio tampoco tiene mucho, con muchas habitaciones pero donde sólo se ven las cuatro paredes. Lo único interesante es un sitio decorado con muchos espejos y poco más.
Por el camino me encuentro con un indio que me regala muy amablemente un muñeco típico de aquí. Todo parece muy bonito hasta que me pide que le regale mía gafas de sol. Parece que se las saben todas ... El muñeco se lo devolví.
Otra vez cojo mi taxi, y por el camino paro a ver un palacio en mitad de un lago.
Ahora, como es la constante, me quiere llevar a las tiendas que le dan comisión, pero hoy no me apetece mucho, así que voy al centro a comer algo, que ya son la 17 y hay hambre.
Después de esto no hay mucho más que hacer, me vengo al hotel ha hacer algunas cosillas que en un rato es el tren a Jaisalmer, que me han dicho que está muy bien. La verdad que Jaipur me ha parecido aburrido, con muchas ruinas pero muy monótono, y aunque ya me esperaba poco de esta ciudad, la metí en el itinerario porque pillaba un poco de camino.








qué blog y qué fotos más chulas Damián!!
ResponderEliminarsigue escribiendooo... que haces q nos teletransportemos tb allí jeje
(Bidane)