lunes, 21 de octubre de 2013

Día 12 - Varanasi, otra oportunidad

Por fin en la estación, pero sigue sin ser varanasi y hay que coger un taxi para recorrer los 25km. Aún con el cabreo y la descarga de adrenalina no estoy dispuesto que me tomen por guiri tonto y consigo revelar el precio de 700 rupias a 300. 


Estoy enfadado con India, pero poco a poco me doy cuenta que Varanasi es diferente. Sigue habiendo suciedad en las calles, pero algo tolerable, y la gente es más amigable. También se ven turistas por las calles. Los turistas pueden ser molestos, si hay demasiado atraen a los caza turistas que impiden caminar tranquilo, pero cuando se pasa varios días sin ver ni a un turista se les echa de menos.

Ha sido un viaje largó y no he dormido, así que me voy a tomar el día de relax. El hostal está muy bien, en mi dormitorio hay una pareja (el chico de Sevilla) y otro chico (Sam) de Inglaterra. No quiero dormir por que sino me voy a pasar la noche en vela, aunque estoy cansado. 

Tras una ducha sin prisas me voy con Sam a dar una vuelta. Él lleva 9 meses trabajando en India y sabe desenvolverme bien. El hostal esta en pleno casco antiguo, donde no hay vehículos ni ruido, y muy cerca del Ganges. Bajamos las escaleras que dan al Ganges (aquí lo llaman "Ganga") y  pasamos por templo en que hay que descalzarse, pero es el único camino. Menuda fiesta tienen montada en el templo, y hasta nos animan a bailar a son de la música. 


Sin duda Varanasi es diferente, ya he hecho otra vez las paces con la India.

Aquí están todas las vacas que puedas imaginar y más.



Vamos a comer en un sitio cercano, pero sigo sin encontrar el famoso picante de la India.



El clima es diferente, sin apenas humedad, así que aquí si usan los excrementos de las vacas como combustible o como cubierta de la casa.


Esto es la leche, en cualquier patio interior de una casa hay un templo milenario. Vamos a ver las cremaciones, pero no nos dejan hacer fotos, sólo de la leña que tiene. Preparada para quemar.

Nos acercamos bastante y los detalles son bastante explícitos, cráneos sur dos devorados por las llamas mi tras los pues aún siguen intactos. Un el humo irrita mucho los ojos, pero está prohibido llorar porque trae mala suerte. Bajo una casa tienen una hoguera que es fuego de Shiva, que según nos dicen llevar sin apagares 3500 años, y es que se usa para las cremaciones. Debajo tienen los cuerpos siendo purificados con el agua del Ganges, que media hora más tarde serán incinerados. Y en río gente buscando dientes de oro. Esto es sin duda digno de ver, acerca a uno más a la realidad de que es lo que somos, al ver la carne desaparecer ante la llamas. Las mujeres no pueden estar presente en las cremaciones, al menos las de la familia del difunto, y a las embarazadas que han muerto no pueden ser incineradas. Se precisan 200kg de leña para quemar un cuerpo, por si alguien quiere hacerlo en casa.

De camino al hotel veo a un encantador de serpientes, monos jugando y santones colocados por el opio (por la calle te preguntan si quieres opio incluso)



Para despedirme hoy dejo un adivinanza. Quien me diga que es esto y como se llama, le llevo uno. Pista: aparecía en una pregunta del trivial.

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