Dice la leyenda que un dios observaba a una joven que se bañaba en la orillar del río. Este dios decidió seducir a esa joven aparentando ser un príncipe. Los descendientes de ambos serían los habitantes de Kajuraho.
Se construyeron 85, de los cuales aún quedan 25. La mayoría de estos templos fueron destruidos en las invasiones islámicas, pero esta cuidad quedo escondida hasta no hace mucho.
El tren llega a la estación antes del amanecer. Nada más salir del tren espera un taxista buscando clientes, y como no es muy caro me apunto. Al llegar al hotel me intenta vender un tour por ciudad, que según dice la guía Triplica precio normal, y lo peor es que los del hotel dicen que está bien... Pero el hotel deja bastante que desear. Por el precio correcto me dirijo a los templos más alejados, que son bastante bonitos en su arquitectura y detalles esculpidos en la piedra, pero se hace repetitivo ver tantos templos tan parecidos. Lo mejor es que tengo los templos para mi solo, no hay ni un solo turista más.
Después de este tour vuelvo al hotel a organizar un poco el día, y me dígito a pie (5 minutos solo) a los mejores templos, que están en un recinto cerrado y no son baratos para los precios he hay aquí. Aquí sí hay turistas, y los que viajan por cuenta propia no molestan mucho, pero los grupos grandes de cuarentonas riéndose al ver las figuras erótica llegaba cansar. Aún así, esperando algo más, se consigue tener buenas vistas de los monumentos.
Una cosa buena de que haya turistas es que siempre se le puede pedir a uno que te haga una foto.
Los templos están decorados con motivos de la vida cotidiana, pero son ciertas esculturas las que fan fama a kajuraho.
Resulta interesante entrar a los templos y llegar hasta el altar, donde pueden verse murciélagos o representaciones de Shiva.
Ha sido bonito ver estos templos, aunque es la hora de comer y ya lo he visto todo. Para comer algo de pollo acompañado de una soda con lima.
Esta cabra está siempre en la misma posición, parece que le gusta que los turistas le hagan fotos.
Me han dicho que hay una cascada, que no es que sea gran cosa, pero ya no hay nada que hacer. Los precios que me dan por llevarme allí (20 km) son muy altos, así que me alquilo una bici y voy por mi cuenta. Por el camino paro a preguntar, pero una vez se sale del pueblo nadie habla inglés... Pero describiéndolos que es lo que busco me dicen en que dirección. Tras dos horas montados en la bici, acabo en una presa... Parece que mi descripción no era muy buena.
Tras el fallido paseo en bici voy a ver algunas tiendas. Los comerciantes y son agobiantes, te persiguen para que entres en su tienda usando siempre los mismos trucos que me los tengo bien aprendidos, y una vez dentro no dejan que te vayas sin que compres algo. Cada vez me apetece menos regatear, pregunto precio y si no me convence voy a la siguiente tienda. Y funciona bastante bien este método, que además acabas comprándole las cosas a los más honrados.
Para cenar voy al Lassi coner. Un restaurante bastante cutre pero que ponen buena comida a buen precio. Ya estoy pidiendo que me lo pongan picante, pero aún así sigue sin picar lo suficiente.
A la hora de actualizar el blog voy a un cibercafe donde conozco a un chaval muy majo que trabaja ahí que me enseña la lista de países que quiere visitar, pero aún lo tiene todo pendiente.
Se construyeron 85, de los cuales aún quedan 25. La mayoría de estos templos fueron destruidos en las invasiones islámicas, pero esta cuidad quedo escondida hasta no hace mucho.
El tren llega a la estación antes del amanecer. Nada más salir del tren espera un taxista buscando clientes, y como no es muy caro me apunto. Al llegar al hotel me intenta vender un tour por ciudad, que según dice la guía Triplica precio normal, y lo peor es que los del hotel dicen que está bien... Pero el hotel deja bastante que desear. Por el precio correcto me dirijo a los templos más alejados, que son bastante bonitos en su arquitectura y detalles esculpidos en la piedra, pero se hace repetitivo ver tantos templos tan parecidos. Lo mejor es que tengo los templos para mi solo, no hay ni un solo turista más.
Después de este tour vuelvo al hotel a organizar un poco el día, y me dígito a pie (5 minutos solo) a los mejores templos, que están en un recinto cerrado y no son baratos para los precios he hay aquí. Aquí sí hay turistas, y los que viajan por cuenta propia no molestan mucho, pero los grupos grandes de cuarentonas riéndose al ver las figuras erótica llegaba cansar. Aún así, esperando algo más, se consigue tener buenas vistas de los monumentos.
Una cosa buena de que haya turistas es que siempre se le puede pedir a uno que te haga una foto.
Los templos están decorados con motivos de la vida cotidiana, pero son ciertas esculturas las que fan fama a kajuraho.
Esta cabra está siempre en la misma posición, parece que le gusta que los turistas le hagan fotos.
Tras el fallido paseo en bici voy a ver algunas tiendas. Los comerciantes y son agobiantes, te persiguen para que entres en su tienda usando siempre los mismos trucos que me los tengo bien aprendidos, y una vez dentro no dejan que te vayas sin que compres algo. Cada vez me apetece menos regatear, pregunto precio y si no me convence voy a la siguiente tienda. Y funciona bastante bien este método, que además acabas comprándole las cosas a los más honrados.
Para cenar voy al Lassi coner. Un restaurante bastante cutre pero que ponen buena comida a buen precio. Ya estoy pidiendo que me lo pongan picante, pero aún así sigue sin picar lo suficiente.
A la hora de actualizar el blog voy a un cibercafe donde conozco a un chaval muy majo que trabaja ahí que me enseña la lista de países que quiere visitar, pero aún lo tiene todo pendiente.
la mejor foto y que seguramentr nadie apreciao es la del panda rojo que ademas esta en peligro d extincion :) cuidate willy frog
ResponderEliminarme encanta toooodooo!!!
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