Día 23 - Delhi, Legado mongol

El tema de los gases en India es diferente a lo que conocemos. Eructar en medio de una conversación es normal, y evacuar los gases por el otro sitio no supone tampoco ningún problema. Esto lo cuento porque la pareja que duerme en la literas de abajo lleva toda la noche rajandose sin contemplación alguna. Al menos no son de los que huelen... Para compensar por la mañana me han invitado a desayunar en el picnic que traen a bordo. 

Ya a eso de las 12 llegamos a Delhi. Ha sido el viaje más largó, aunque tampoco se hace tan pesado con la cama y tal. Saliendo de la estación los taxistas me piden una barbaridad por llevarme a mi hotel. Como ya conozco los precios en India, con sólo alejarse 100 metros de la estación encuentro los precios que esperaba.

El hotel esta en medio del Main Bazar, y es un poco deprimente, pero a 2,70€ la noche en Delhi no se puede pedir más. No me entretengo mucho y salgo a comer algo. En una rotonda muy grande que se llama Connaught Place encuentro un pollo bastante rico.

Tras el tentempié cojo un taxi a Hazrat Nizam-ud-din Dargah, ósea, la tumba de un santo sufí.

Para entrar hay que descalzarse. Después se recorté todo un laberinto de pasillos hasta llegar al sepulcro.

Las mujeres tienen prohibido ver el sepulcro, y los hombres arrojan ofrendas sobre la tumba.

Muy cerca está la tumba de Khan i Khanan, que veo solo de pasada.

El último de los mausoleos de la zona, y el más importante es La tumba de Humayun, que según dicen de este mausoleo se inspiraron para hacer el Taj Mahal.

El estilo es similar, guardando las distancias.

Layaría de monumentos de la vieja Delhi son mongolas, mientras que la nueva Delhi tiene monumentos ingleses. Vamos, que Delhi se ha construido gracias a dos invasiones. 

El día es corto hoy y ya vuelvo a la zona del hotel. 

Fijaos en las verbenas que organizan estas mujeres de sospechosa nuez. 

Hay gente que se acerca a los turistas para advertir sobre ver estos espectáculos, pues se aglomera mucha gente y los carteristas asociados hacen su agosto. Delhi es donde hay que tener más cuidado de los sitios que he visto hasta ahora, ya son varios quienes me han advertido. Entre sus estafas a turistas está el mancharte el zapato con "mierda" y después se acerca otro a limpiarlo, pidiendo una bonificación de 2000 rupias. De todas maneras las estafas o robos son innumerables y habrá que estar alerta.

Es hora de actualizar el blog de Jaisalmer. Espero que os esté gustando porque los ordenadores aquí son una porquería e internet peor aún, he tardado 3 horas en subir las fotos de 3 días...

Para la cena me espera algo especial que echaba de menos, barbacoa. Delhi es el primer sitio hasta ahora que sirven carne por la calle, y ya lo echaba de menos.

Vuelvo al hotel a dormir, viendo de camino las tiendas del bazar, y mañana será otro día