Hoy será el último día para ver India. Suena la alarma del móvil miro por la ventana del tren. Estamos justo encima del fuerte rojo esperando que la estación de permiso para entrar. Lo primero hoy es ir al hotel a darme una ducha, que levó dos días firmo el entren con la misma ropa. Tras este paréntesis voy en metro al sur de la ciudad. El metro no está nada mal.
En el sur se encuentra el templo del Loto, un sitio creado para la tranquilidad donde está prohibido hablar. Pero hoy por ser lunes está cerrado (aquí las cosas cierran en lunes).
Busco un taxi que me lleve a Qutab. Este sitio contiene las ruina de una ciudad construida por lo afganos. El principal punto de interés es un minar muy alto.
También aquí se encuentran los restos de la primera mezquita que se construyo en Delhi.
La mezquita fue construida con los restos de los templos hindúes que destruyeron a su paso. De entré los restos de estos templos destaca una columna de hierro que no se ha oxidado con el paso del tiempo.
Es todo un misterio el origen de esta columna, pues data de una fecha en la que no se disponía de la tecnología para su construcción.
También hay los restos de un minar que no llego a terminarse pero que pretendía ser más alto que el otro.
Aquí en India las normas son diferentes, y si un árbol quiere crecer en horizontal, puede hacerlo.
El siguiente destino es la tumba de Safdarjang. Nuevamente me encuentro con un mausoleo mongol, que ya aburre un poco, pues son muy parecidos entre si.
Muy cerca de aquí está el parque de Lodi. Parece que salido de la India, aquí todo es diferente, un parque con mucha tranquilidad donde viene la alta sociedad de Delhi.
Ya es hora de comer y no parece que haya nada cerca. Al final el único sitio es un restaurante americano al estilo de los 50. Tenía pensado visitar el museo de Gandhi, y el sitio donde murió, pero por ser lunes están ambos cerrados. Aquí todo es lujo, las casas todas con seguridad privada muchos sirvientes.
Con un taxi voy al otro extremo de la ciudad, para ver el sitio donde fue incinerado Gandhi.
Autobuses llenos de indios vienen a este sitio a presentar sus respetos. A queda poco por ver, y me dirijo a Jama Masjid.
Llego algo tarde y no dejan pasar si no eres musulmán. Ya va siendo hora de recogerse, y voy a la zona de mi hotel. Me ha sobrado dinero de lo que tenía pensado gastar, así que voy a hacer algunas comprar. Quien quiera que le compre algo que me lo diga hoy. Aprovecho para hacerme un dibujo en la mano, que con las fiestas todo el mundo lleva uno.
Hay otros mucho más elaborados.
Quizás en el tema de comida haya defraudado a mi público en esta viaje, pero no se encuentran cosa raras aquí para comer. Para compensar un poco hoy ceno sesos de cordero, picantes y con cilantro.
Estoy bastante cansado, las piernas me pesan y casi todo me molesta, así que me retiro al hotel a dormir ya, que mañana (otra vez) toda madrugar mucho.
